domingo, 11 de julio de 2010

1852; Se busca cirujano para Berganzo

Hacía algún tiempo, en el maravilloso Google Books, encontre una recopilación del diario la Gaceta Médica. En ella, en los números 268 y 272 pertenecientes a las fechas 10 de junio y 10 de julio de 1852, se pide un cirujano para Berganzo (Alava). En el primero, de fecha 10 de junio se pide un cirujano por "renuncia del que la obtenía" y "con una dotación de 60 fanegas de trigo y casa para su habitación, quedando además al arbitrio del facultativo el ajuste con los criados de las casas particulares".
Como decimos hay un nuevo llamamento a este puesto justo un mes después, lo que pasa es que esta vez se ofrece el puesto como "cirujano de las villas unidas de Ocio y Berganzo, distantes una de otra un cuarto de legua. La dotación consiste en 110 fanegas de trigo, la libertad de traer la leña que necesite del monte, y á su arbitrio el convenirse con los criados de los particulares. Las solicitudes hasta fines del actual". La verdad es que podemos encontrar un poco optimista la distancia que se publica en el anuncio. La distancia real entre Berganzo y Ocio es de unos 3,5Km y en el anuncio se da a entender que es de más o menos 1,4km. Cabe recordar que la legua es una medida de itinerario y responde a la distancia que una persona es capaz de caminar en una hora. Podemos aceptar que hablen de media legua (media hora), pero parece un excesivamente optimista hablar de un cuarto de legua (un cuarto de hora). Pero, claro, hay que conseguir que un cirujano se interese por el puesto y si le dices que va a tener que andar de un pueblo al otro y la distancia es grande no le va a parecer un puesto excesivamente cómodo...
Debemos tener en cuenta que a mediados del siglo XIX en Berganzo vivían unas 400 personas (250 en Ocio) y que para estos habitantes era una necesidad la presencia de algún tipo de facultativo cerca de sus casas. Como se puede observar ( e interpretar) la oferta inicial no era muy competitiva y como Ocio hacía la misma oferta y el mismo mes de junio, decidieron unirse y ahorrarse a 55 fanegas (110/2) el mantenimiento del cirujano.
Recordemos que en estos años el cólera y otras enfermedades tenían una mortalidad muy alta y los contagios, principalmente debidos a la falta de higiene, eran grandes y rápidos. Desde 1833 hasta 1890 el cólera afecto a España de forma muy considerable mermando su población y sumiendo al país en años "negros" en los que incluso las cosechas se veían amenazadas ante la falta de mano de obra.
Especialmente fue devastadora la epidemia de 1855 en la que hubo un gran número de contagios y de fallecidos, especialmente en la Rioja Alavesa. Según he podido leer Labastida fue uno de los grande nucleos epidemicos y tambien llego a Berganzo que tuvo 8 infectados y 2 fallecidos.
De esta manera se hace patente la necesidad de algún tipo de facultativo médico que ayudase a los enfermos en estas grande epidemias. Habría varios tipos de "médicos" en aquellas fechas. Estarían por un lado los barberos, ya en decadencia, encargados tanto de afeitar y cortar el pelo de las personas, como de aplicar sanguijuelas y extraer dientes y muelas. Depués encontrariamos a los cirujanos, que con una formación de 4 años tuvieron una muy buena reputación durante muchos años y a mediados del s XIX empezaba a decaer en favor de los médicos. Los cirujanos eran personas formadas teoricamente y, sobretodo de forma práctica, eran muy hábiles y rápidos con el bisturí, pudiendo amputar un miembro en menos de un minuto. Debemos recordar la inexistencia de anestesicos hasta mediados del s XIX. Algunas personas convivían con grandes dolores y morían muy jovenes antes de someterse a un bisturí sin anestesia. Se comenta que incluso algunos decidian suicidarse ante tan horrible expectativa. Menos mal que la segunda mitad del siglo estuvo marcada por grandes avances médicos como la anestesía y la antisepsia que posibilitaron operaciones más calmadas y más seguras frente a infecciones posteriores.
Como comentabamos, hasta mitad de siglo, existían los cirujanos y lo médicos. Los médicos tenían una formación de 5 años siendo esta bastante más teórica que la de los cirujanos. Dentro de los médicos podiamos encontrar medicos romancistas y medicos latinistas, estos últimos con mayor educación que habían cursado sus últimos años en latín (decían que esta era la lengua del arte de curar). Los medicos romancistas (por el castellano como lengua romance) no podían dispensar medicinas de administración interna ya que este tipo de medicina se recetaba y nombraba en latín.
Como decimos a mediados de siglo las dos carreras, médico y cirujano, se unieron en una nueva. La nuevas normativas de educación situaron a los medicos-cirujanos como los nuevos facultativos médicos, y aprovechando parte de las dos anteriores, crearon una formación de 7 años. Salvando las distancias este tipo de formación es la que ha llegado hasta nuestros días.

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