martes, 16 de marzo de 2010

El retablo de Berganzo

El retablo de Berganzo aunque no tiene un gran interés artístico, sí que tiene algunos puntos positivos que lo hacen digno de mención. En el “Boletín de la institución Sancho el Sabio” de 1977 el catedrático de la universidad de Deusto, J. Ángel Barrio Loza nos acerca a este retablo por medio del escultor y de un estudio artístico de la obra. Como mis conocimientos en arte sacro son poco menos que nulos me ceñiré a los datos y opiniones de Barrio Loza ampliándolos cuando me sea posible.
Pues bien, el retablo de Berganzo en realidad se construyó para la iglesia de Leza dedicado a San Martín en 1571 por Juan Fernández de Vallejo. Según parece Juan Fernández de Vallejo trabajaba en compañía de Pedro de Arbulo y fue justo ese año de 1571 cuando decidieron deshacer su unión contractual y repartirse los trabajos pendientes. Según se transcribe en el trabajo de Barrio Loza de un documento fechado en “juebes, a beynte e nuebe dias del mes de março de mill e quinientos e setenta e vn años” en Santo Domingo de La Calzada, las reparticiones de los trabajos quedaron de la siguiente forma:
-Pedro de Arbulo trabajos de la “yglesia de Sant Asensio”
-Juan Fernández de Vallejo el “rretablo del lugar de Leza e otro en el lugar de
Çorçano”
El recién estrenado volumen X del Catálogo Monumental de la Diocesis de Vitoria, nos indica que no fué hasta 1798 cuando dicho retablo se colocó en su sitio actual. También nos dice que se pagó por el 4.500 reales y que se terminaron de abonar en 1805.

Se puede decir que los retablos del siglo XVI y la primera parte del XVII se situan en la época de mayor calidad técnica constructiva, tanto en los trabajos relacionados con la carpintería como con los acabados de policromía. Ana Carrassón Lopez de Letona, en su trabajo "Construcción y ensamblaje de los retablos en madera" nos acerca al modo de construcción de

El retablo de Berganzo se compone de banco, dos cuerpos y ático. Verticalmente está dividido en tres calles y sus correspondientes dos entrecalles. Debido a la forma del ábside de la iglesia (formado por medio hexágono) las calles laterales se tuvieron que doblar cuando se colocó procedente de Leza.


Como es posible que no sepais los nombres que se utilizan en los retablos (yo me los he ido ojeando estos días) os pongo un gráfico de lo que es cada cosa.
Empezando por abajo en verde está el banco. En vertical y en rojo las calles, También en vertical y en azul las entrecalles. Arriba del todo en morado el ático. Por último en amarillo el sagrario. Ahora ya sabeis todo lo que hay que saber sobre retablos...

Según Barrio Loza el banco es bastante alto 0,86m en su punto más bajo y permite de este modo al escultor poder introducir cómodamente su trabajo en él.
En el primer piso aparecen ya las separaciones que hemos mencionado de tres calles y dos entrecalles. Estas se separan por medio de pilastras estriadas que apoyan en el zócalo sobresaliendo un poco de este. La calle central tiene una elevación mayor que las demás terminando en un frontón triangular que ocupa la parte central del zócalo del segundo piso. Las entrecalles están terminadas con arcos de medio punto y las calles laterales están terminadas en dintel.
En el segundo piso la separación entre calles se realiza por medio de columnas corintias que sobresalen del plano general. Estas columnas se apoyan en ménsulas que, a excepción de las que se sitúan en la calle central, terminan en unos ángeles con forma de tenente. Vuelve la calle central a ser más alta terminando prácticamente en el ático. Su terminación superior es en una especie de arco elíptico que se repite en las dos entrecalles. Las calles laterales vuelven a terminar en dintel como las del primer piso.
Por último, el ático, que según Barrio Loza no se introdujo en la composición hasta bastante más tarde, en 1655. Anteriormente pudo estar un cristo que Barrio Loza dijo haber visto en la propia iglesia. El ático se apoya en la calle central y en las dos entrecalles.
Ahora vamos a repasar la iconografía que en cada lugar podemos encontrar.
Empezaremos por el banco que nos muestra cuatro relieves de los evangelistas que debe ser un tema más que recurrente para este tipo de trabajos. Por orden San Marcos, San Juan, San Mateo y San Lucas. Dejando un espacio en el centro, equivalente a la calle central, para el relicario, que según Barrio Loza actualmente es un relicario barroco que sustituye al original.
En el primer piso encontramos en la casa central el lugar más importante del retablo y el lugar donde se coloca el personaje al que este está dedicado. En este caso San Miguel. Encontramos una talla desescalada con respecto al retablo, excesivamente pequeña, y de estilo barroco en vez de romanista. Esto al ser trasladado desde Leza a Berganzo se colocó el santo de advocación de la nueva parroquia dejando al inicial protagonista en un segundo término. Puede ser que el relicario también se cambiase en ese momento de traslado.
Las casas laterales del primer piso encontramos en lado izquierdo una imagen de San Martín partiendo la capa con un pobre. San Martín era militar y, en pleno invierno, al entrar en la ciudad de Amiens encuentra a un pobre con el torso desnudo helándose de frío. San Martín parte su capa y le da la mitad al pobre. A San Martín se le aparece después Cristo con la media capa que había entregado al pobre y dice “Martín, catecúmeno, me ha cubierto con este vestido”. Después de esta aparición San Martín se bautiza y abraza la fe cristiana.

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